En las fiestas, nada se pierde, todo se transforma!
Con cada fiesta de Navidad y Año Nuevo llega el mismo problema: se cocina de más y eso genera desperdicio de comida; es momento de valorar los alimentos y el enorme esfuerzo humano, ambiental y económico que se realiza para tenerlos en nuestras mesas.
Solemos cocinar mucho, más si se junta la familia entera o tenemos amigos invitados y todos traen algo. ¿Qué hacer con lo que queda?
Acá van algunos consejos para aprovechar los sobrantes de comida y también para aprender a conservarlos mejor:
- Antes de cocinar preguntarle a los invitados qué prefieren comer así podés pensar en opciones acordes a sus gustos. De esta forma se evita cocinar algo que después nadie comerá.
- Incluso en época de fiestas el apetito de las personas tiene un límite y más en esta época de calor, por eso conviene cocinar lo justo y necesario para la cantidad de personas. Hay que hacer hacer bien los cálculos!
- Elegir un menú cerrado, con opciones limitadas y no lleno de alternativas “por si acaso” o “para que no falte” o el famoso “mejor que sobre y no que falte”.
- Si luego de hacer las compras vemos que es demasiado, podemos congelar o freezar aquello que sabemos que no vamos a usar.
- Guardar las sobras en recipientes bien cerrados para poder comerlas al otro día en perfecto estado.
- Se puede planear una comida en los días siguientes para juntarse con los amigos y aprovechar todo lo que sobró.
- Aprovechando el espíritu navideño, otra opción puede ser donar esa comida que no vamos a comer.
La idea es que en estas fiestas, sobren los buenos deseos, la buena onda y las ganas de pasarla bien, no lo alimentos!