Es evidente que se necesitará mucho más que alimentos de origen vegetal para reparar un sistema alimentario mundial dañado. Claramente, los procesos complicados e interconectados que hacen que los alimentos lleguen del campo a la mesa están fallando para muchas personas. Hay demasiado desperdicio y destrucción de nuestros recursos naturales.
Vivimos en un mundo en el que dos mil millones de personas tienen sobrepeso, mientras que mil millones pasan hambre. Donde más del 20 % de la totalidad de gases de efecto invernadero los produce la industria alimentaria y, sin embargo, un tercio de esos alimentos se desechan.
Como uno de los fabricantes de alimentos más grandes del mundo, tenemos la responsabilidad de ayudar a conformar un sistema alimentario mundial que sea justo para todos. Por eso, estamos lanzando nuestra iniciativa ‘Alimentos del futuro’: nuestro plan es ayudar a las personas en la transición hacia dietas más saludables y reducir el impacto ambiental de la cadena alimentaria. Además de desarrollar alternativas de origen vegetal, nuestros compromisos también incluyen:
- Reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en nuestras operaciones directas desde la fábrica hasta la tienda para el año 2025.
- Duplicar la cantidad de productos que ofrecen una nutrición positiva para el año 2025.
- Continuar reduciendo la cantidad de calorías, sal y azúcar en todos nuestros productos.
Estos nuevos objetivos se suman a los compromisos que ya hemos asumido, como el de lograr una cadena de suministro sin deforestación; reducir a la mitad el uso de plástico virgen para 2025; y apoyar la reducción de las emisiones netas a cero en todos los productos para el año 2039.