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Definiendo una nueva era para el liderazgo en sostenibilidad

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Hein Schumacher, director ejecutivo de Unilever, comparte su opinión sobre nuestra futura agenda de sostenibilidad.

Foto de Hein Schumacher

La última década ha estado marcada por acontecimientos extraordinarios –una pandemia mundial, una perturbación inflacionaria única en una generación, guerras y divisiones geopolíticas– cuyos impactos se siguen sintiendo en los hogares, las economías y los sistemas políticos.

Al mismo tiempo, los desafíos ambientales y sociales que amenazan a nuestro planeta y nuestras sociedades se han vuelto más agudos y urgentes. Independientemente de si hablamos de la emergencia climática o la desigualdad social, ninguna de ellas necesita presentación cuando ambas problemáticas nos están mirando a la cara de forma tan obvia.

Desde Unilever, creemos apasionadamente que las empresas tienen motivos más que suficientes para abordar dichos desafíos, por ello nosotros llevamos haciéndolo durante muchos años. Desde nuestro Unilever Sustainable Living Plan hasta nuestra estrategia Compass y, más recientemente, nuestro Plan de Acción para la Transición Climática, hemos situado la sostenibilidad firmemente en el centro de nuestra estrategia comercial.

Muchos han sido los avances y mucho nos hemos beneficiado de ellos. Hemos construido cadenas de suministro más resilientes, hemos ahorrado costes sustanciales en nuestras operaciones y hemos atraído grandes talentos.

Ahora, con la mirada puesta en el futuro, creemos que tenemos la oportunidad de definir una nueva tercera era para el liderazgo empresarial sostenible.

La primera era, que tuvo lugar hace más de una década, consistió predominantemente en hacer sonar la alarma y establecer ambiciones a largo plazo. La segunda se centró en una mayor incorporación e integración de la sostenibilidad en las empresas y las cadenas de valor.

¿Y la tercera? Para nosotros, trata de acelerar la implantación, con un mayor impacto, haciendo que el desarrollo de la sostenibilidad sea parte integral del rendimiento empresarial. Es algo que el mundo necesita y algo que las partes interesadas (tanto los inversores como los consumidores) esperan. Una vez más, Unilever pretende ser líder.

Como resultado, hemos pasado muchos meses pensando de qué forma evolucionar nuestro enfoque. Y todo se reduce a la realización de tres cambios clave.

  • Centrarnos más en asignar nuestros recursos hacia nuestras principales prioridades en el ámbito de la sostenibilidad.
  • Imprimir más urgencia a la hora de impulsar acciones hacia nuestras ambiciones a largo plazo.
  • Ser más sistémicos en nuestra defensa de abordar los factores que facilitan y bloquean el progreso fuera de nuestro control directo.

Estos son los principios esenciales que guiarán nuestro trabajo durante los próximos años.

Mayor enfoque

La realidad es que la agenda de sostenibilidad de Unilever abarca una amplia gama de cuestiones.

Pero la experiencia nos ha enseñado que debemos centrarnos más en nuestra asignación de recursos para lograr avances tangibles en los grandes y complejos desafíos que enfrentamos.

Lo ilustraré con un ejemplo. En 2020, nos fijamos el objetivo de lograr una cadena de suministro libre de deforestación a causa de la producción de aceite de palma, papel y cartón, té, soja y cacao. En este ámbito, asignamos recursos sustanciales durante varios años para abordar el desafío en sus múltiples dimensiones: apoyar a los pequeños agricultores, mejorar las prácticas de cultivo, garantizar la trazabilidad y la transparencia en la cadena de suministro; construir nuestras propias instalaciones de procesamiento; innovar en el desarrollo de materiales alternativos a través de la ciencia de vanguardia y reformular miles de líneas de productos para reducir o eliminar su dependencia de productos básicos cuya producción supone un riesgo para los bosques.

Este enfoque ha sido fundamental para ayudarnos a lograr que, a finales de 2023, un 97.5 % de los volúmenes de pedidos no contribuyan a la deforestación. Este el tipo de enfoque que pretendemos replicar.

De modo que, al mirar hacia el futuro, centraremos nuestros esfuerzos en cuatro cuestiones de sostenibilidad, para las cuales actualizamos recientemente nuestros compromisos públicos y que están plenamente integradas en nuestro Plan de Acción para el Crecimiento. Estos son el clima, la naturaleza, los plásticos y los sustentos.

Nuestros compromisos actualizados son muy exigentes, pero también son intencionada y descaradamente realistas. Estamos decididos a que Unilever cumpla con ellos, del mismo modo que estamos decididos a cumplir con nuestras metas financieras. Queremos establecer ambiciones de sostenibilidad realistas, que creemos que podemos cumplir y que tengan un impacto positivo real.

Huelga decir que seguimos totalmente comprometidos con los principios fundamentales de operar como una empresa responsable: respetar los derechos humanos, promover la equidad, la diversidad y la inclusión, hacer negocios con integridad y garantizar la seguridad de las personas. Dichos principios están profundamente arraigados en nuestra empresa y continuaremos informando sobre ellos en los próximos años.

Más acciones urgentes

Entendemos el motivo por el cual a veces se juzga a las empresas por el mérito de sus compromisos de sostenibilidad a largo plazo. Brindan un destino importante, que orienta estrategias e impulsa colaboraciones para superar desafíos complejos y multifacéticos.

Pero si bien los compromisos a largo plazo rigurosos y basados en la ciencia son fundamentales, también es fundamental asegurarnos de cumplirlos cuanto antes. Es por ello que también estamos poniendo nuestro enfoque en el corto plazo: asegurándonos de tener claros los pasos inmediatos que debemos llevar a cabo e incorporándolos a los ciclos estratégicos planificados por la mayoría de las empresas. En este punto es donde se realiza la asignación de capital, se acuerdan concesiones y se exigen rendimientos de cuentas. De este modo, la sostenibilidad se beneficia de todo el poder de la empresa y del sentido de urgencia con el que normalmente se gestiona el resto de los aspectos del negocio.

Nuestros objetivos públicos actualizados, donde las ambiciones a largo plazo se complementan con hitos a corto y medio plazo, adoptan este enfoque. Hemos creado hojas de ruta detalladas con plazos concretos, con las necesidades de inversión integradas en los ciclos de planificación empresarial. Contamos con puntos de control regulares en la cúspide de la organización para controlar el ritmo de progreso y actuar rápidamente cuando sea necesario.

También estamos alineando el nivel de responsabilidad para la entrega de hojas de ruta de sostenibilidad con otros productos comerciales, desde los KPI globales de Unilever utilizados en el plan de bonificación de la empresa hasta los KPI individuales para quienes administran los flujos de trabajo. Seguiremos vinculando las recompensas con el rendimiento sostenible como parte de un Plan de Acción para el Crecimiento más amplio para mejorar la cultura de rendimiento en Unilever.

Más sistémico

Unilever lleva mucho tiempo abogando por los cambios externos para acelerar los resultados en materia de sostenibilidad y participamos en numerosos foros, coaliciones y campañas en las que solemos desempeñamos un papel líder.

A medida que las oportunidades para impulsar el progreso de la sostenibilidad dentro de nuestro control directo escasean cada vez más, estamos fortaleciendo nuestro enfoque para la próxima década en oportunidades que dependen en gran medida de las transformaciones de las cadenas de valor globales, las innovaciones tecnológicas y las políticas públicas con el fin de hacerlas posibles y asequibles.

Esto significa que Unilever utilizará con más fuerza su voz y su poder de convocatoria para abordar los factores que facilitan y bloquean nuestro progreso.

Parte de ello se traduce en desarrollar formas más profundas de colaboración con nuestros socios, como, por ejemplo, a través de nuestro programa climático de proveedores, el cual se ha diseñado para desarrollar capacidades con nuestros 300 proveedores más importantes, quienes representan la mayoría de nuestras emisiones de GEI de Alcance 3.

Otra parte se lleva a cabo mediante una promoción de políticas más asertiva, para ayudar a crear las condiciones que impulsen el progreso en nuestras cadenas de valor. Un buen ejemplo de ello es cómo estamos liderando el llamado a un tratado global sobre plásticos, que establece reglas, objetivos y estándares vinculantes sobre el rediseño de envases, modelos de reutilización/relleno, responsabilidad extendida del productor (REP), tratamiento de desechos y eliminación de plásticos evitables.

En todo momento, pretendemos colaborar de forma más transparente. La publicación de nuestra primera Revisión del compromiso con las políticas climáticas (PDF 1.39 MB), que establece nuestras prioridades en materia de política climática y examina desde una perspectiva crítica las posiciones y actividades de compromiso de nuestras principales asociaciones industriales, es testimonio de este esfuerzo.

En resumen, desde Unilever queremos hacer menos cosas, pero con mayor impacto. Y nuestra agenda de sostenibilidad renovada, con más enfoque, urgencia y cambio sistémico, no es una excepción. Estamos decididos a cumplir nuestro plan y nos apasiona saber que marcará la diferencia, tanto para nuestra empresa como para las numerosas partes interesadas.

Foto contrapicada de una palmera
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